domingo, 13 de enero de 2013

¡Oído Cocina, una de Platos voladores!




Alucinando estaréis algunos de los que me conocéis de forma más cercana: A este le ha dado ahora por los U.F.O., cuando hasta hace nada no quería saber nada de ellos. Esperen, esperen un poco, que todo tiene su explicación.


Ahora nos encontramos cerca de los 57 años de edad y con esto de las cosas extrañas, los ovnis también se encontraban en el paquete, comencé con 17 añitos más o menos y nos terminamos de aficionar con la aparición de la sugestiva Revista MUNDO DESCONOCIDO, del Catalán de origen austriaco Andreas Faber Káiser y del argentino Alejandro Vignati.


Estuve revoloteando algunos años alrededor de ese Tema cuando personas, tan influyentes y de prestigio reconocido, como Antonio Rivera se encargaban de realizar exhaustivas investigaciones de Campo. Pronto nos dimos cuenta que alrededor de los platillos volantes, como de tantas otras cosas misteriosas, se había constituido un jugoso mercado editorial que, con el tiempo, daría lugar a la formación de algunas sectas para fanáticos magufos.


No había nada en todo ello, me dije, y abandoné ese camino al considerar que se trataba de algo que conducía a ninguna parte. También estaba Erich Von Daniken; pero éste iba aún más lejos al intentar demostrarnos, a sus lectores, que los extraterrestres habían estado en nuestro planeta en tiempos pretéritos y que, con mucha probabilidad, habrían influido en la aparición de la humanidad como Especie dominante en la Tierra.


Con esta cuestión estuve un poco más de tiempo que con el de los platillos volantes y los encuentros en la tercera fase; pero pronto, también, nos dimos cuenta que, ese camino, tampoco conducía a nada y que todo lo presuntamente demostrable no eran más que cúmulos de falsas pruebas manipuladas del modo más vil para seguir manteniendo un más que fructífero mercado editorial que, los que como yo, en aquel entonces, consumíamos con gran avidez intentando sustituir, de algún modo, ese vacío que todos llevamos dentro y que no es otra cosa que el interrogante del para qué de la existencia y porqué extraño motivo estamos en este Mundo.


Recientemente, hablando metafóricamente, navegando por Internet, nos hemos encontrado con dos afluentes curiosos de estos ya antiguos y manidos temas:

Por un lado el ya cansino conspiranoico que trata de hacernos creer que fuimos construidos, a modo de máquinas biológicas esclavas, por una raza reptiloide conocida como los Annunakis para que les extrajéramos del interior de la tierra los más diversos minerales. Todo esto lo basan en las mitologías sumerias y la conclusión es que, desde aquella remota antigüedad, han venido conviviendo con nosotros de forma oculta y siendo nuestros dirigentes explotadores. Sus fechorías las vienen realizando gracias a una serie de órdenes secretas como los Iluminati, los rosacruces y la Masonería. Evidentemente, esto no hay por dónde cogerlo, a pesar de que es una ingente tropa quien parece haber hecho oídos a tan delirantes paranoias interesadas, cuyo origen hay que buscarlo en el más intransigente integrismo religioso.


La Segunda Historia que más circula por Internet es una variante sincrética que intenta amalgamar todo lo tratado hasta aquí, ovnis, extraterrestres, buenos y malos, que conviven con nosotros y que fueran en su día los guías de la humanidad, con filosofías y pensamientos religiosos, como el gnosticismo más atractivo y antiguo. Esta segunda Historia, a pesar del delirio mental que supone, es la más embriagadoramente atractiva, dado que incluye junto a sus componentes fantasiosos, de orígenes magufo y de ciencia ficción, que incluiría hasta al Enterprise de Star Trek, cosas que nuestro ser interno nos dice que podrían, con mucha probabilidad, ser posibles.


De eso se trataba el anterior artículo ajeno que trajimos a colación en esta Página de Internet. Es como si se hubiese cogido todo lo que siguen los crédulos y fanáticos del Misterio, lo hubiesen salpimentado con grandes dosis de la antiquísima y atractiva religión gnóstica, una pizca de teosofía y rellenadas las lagunas con grandes dosis de fantasía cosmico-espacial.


Dado que como dicen las Sagradas Escrituras: Los Caminos del Señor son Inescrutables, hemos decidido no hacer de menos a cualquiera de las posibilidades de respuestas que nos ofrece la vida actual por muy fantasiosas que pudieran parecernos. Bien, gracias a ello, descubrimos en su día que los ovnis y todo lo supuestamente imaginable puede ser real en algún otro lugar, aunque no lo fuera en nuestra propia dimensión espacio-temporal.


Con lo poco que sabemos de nuestro mundo, ¿alguien con tan poco sentido común puede decirnos lo que es posible y lo que no lo es?. Ahí os dejo, amigas y amigos, esa pregunta. Vosotros tenéis la última palabra. Nosotros seguiremos, con vuestro permiso, la investigación.

Aralba